22 Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre. 23 Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa. 24 Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar. 25 Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. 26 Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre. Gl 4.22–26
Los Dos Pactos
Hace algún tiempo comencé un proceso de entender que es la Gracia de Dios y como ésta opera en mi vida y en la manifestación de la Iglesia como Cuerpo. Para esto tuve que romper algunos paradigmas. Los paradigmas son pensamientos que han sido formados a través del tiempo en nuestra mente y estos nos llevan a interpretar las cosas de acuerdo a los mismos. En otras palabras, voy a ver e interpretar las cosas de acuerdo como las aprendí. El problema es que no necesariamente lo que aprendí o leí en un libro era correcto y creencias incorrectas producen acciones incorrectas. Hay personas que llevan toda la vida haciendo las cosas erróneas pensando que no lo son.
“Hay personas que llevan toda la vida haciendo las cosas erróneas pensando que no lo son.”