2 Corintios 5.16–17 (NTV) 16 Así que hemos dejado de evaluar a otros desde el punto de vista humano. En un tiempo, pensábamos de Cristo sólo desde un punto de vista humano. ¡Qué tan diferente lo conocemos ahora! 17 Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado!
Quitándonos las gafas
Hay un refrán que dice que todo depende del color del cristal con que se mira. Si ponemos a dos personas a observar un mismo cuadro con gafas de dos colores diferentes, tendremos como resultado que ambos habrán observado matices de un color diferente al otro. Lo mismo pasa cuando nos acercamos a las Escrituras, cada cual se acerca a ellas y las interpreta de acuerdo con el color de su trasfondo histórico, cultural y religioso.
“La Palabra está escrita para revelar al hombre las intensiones que estaban reservadas por Dios desde la eternidad.”
La pregunta que tendríamos que hacernos es: ¿estará la Biblia escrita para que la podamos interpretar con gafas diferentes? He llegado a la conclusión que no. Dios no inspiraría escribir un libro para que cada cual tenga su interpretación teológica del mismo. Aunque pudieran haber diferentes corrientes teológicas, la realidad es que la Palabra está escrita para revelar al hombre las intensiones que estaban reservadas por Dios desde la eternidad. Para acercarnos correctamente hay que tener el valor de quitarnos las gafas de nuestra religiosidad y aceptar que tal vez nos hemos acercado, sin querer ni planificar, de una manera no adecuada al texto Bíblico.
Teniendo cuidado con los temas de moda
En 2da Corintios 5.16 Pablo dice: “En un tiempo, pensábamos de Cristo sólo desde un punto de vista humano. ¡Qué tan diferente lo conocemos ahora!” Mientras conozcamos a Cristo solo desde un punto de referencia humano seguiremos acercándonos de una manera superficial a la Palabra de Dios. Dios está levantando una generación no enfocada en el conocimiento terrenal sino en la revelación de conocer el plan que verdaderamente Dios ha querido revelar a través de Su Palabra.
“Nos montamos en olas de pensamiento de modas que suenan muy bonitas pero con poco contenido bíblico.”
Creo que el problema ha sido aferrarnos a una ideología, anulando el proceso de interpretación de la Palabra. Hemos heredado un sistema religioso que perdió su norte en algún momento de la historia. Por mucho tiempo hemos seguido predicando y pasando a otras generaciones una interpretación desacertada de las Escrituras. De ahí que hayan salido tantas doctrinas de hombre que solo son sostenidas por versículos tomados al azar, sacándolos de la linea de pensamiento del autor original. Nos montamos en olas de pensamiento de modas que suenan muy bonitas pero con poco contenido bíblico.
Ministros competentes de un Nuevo Pacto
En 2 Corintios 3.4–6(RVR) , Pablo dice:
“Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.”
Había una costumbre en aquel tiempo, en el que los “predicadores” itinerantes usaban cartas de recomendación para establecer su legitimidad y su autoridad, algo así como lo que en este tiempo le llaman “credenciales”. Pablo les dice a esta congregación que ellos son su carta de recomendación, que la existencia de ellos ya era suficiente prueba de su legitimidad y autoridad (lamentablemente, hoy en día existen muchos con credenciales pero sin la evidencia de su llamado). Pablo establece que las capacidades que el tiene son dadas por Dios y no que son adquiridas por su esfuerzo. El afirma que Dios nos hizo ministros competentes de un Nuevo Pacto.
¿De que hablaba Pablo? El estaba mostrándoles a los Corintios que había dejado de ser un ministro del Viejo Pacto, donde el, a través de su esfuerzo y estudios había alcanzado ser un judío intachable y “cumplidor” de la ley, y que por gracia, no por estudio sino por revelación, ministraba o había sido capacitado para ejercer en un mejor pacto con mejores y mayores promesas. (Heb.8.6-7)Hoy en día, muchos aun no definen su postura si son ministros de un Nuevo Pacto o del Antiguo Pacto. Al no saber ni profundizar en el Nuevo Pacto, terminan con una mezcla de Pactos, que concluyen en el distanciamiento del tema principal del evangelio: Cristo.
Distantes del Evangelio
Hoy en día, escuchamos mensajes llenos de ley, de conceptos, ritos, enseñanzas que pertenecen a un Pacto ya expirado. Es como seguir enseñando de una ley de transito que ya no está vigente. Temas como las maldiciones generacionales, pactos de sal, diezmos, guardar días, ritos, fiestas o leyes son algunas de las cosas de las cuales no están en el Nuevo Pacto, pero aun se predican en algunas iglesias.
Esto sin contar el resto de temas que se han puesto de moda sin tener base ni fundamento en el Nuevo pacto como el espíritu de Jezabel y Acab, la Paternidad (abusiva), heredar de tu “padre espiritual”, el pactar una ofrenda para obtener bendición, el honrar a alguien para ser honrado, no meterse con los “ungidos de Dios”, la prosperidad, la cobertura, entre muchos más que pudiera mencionar que han llevado a las congregaciones a enfocarse en cosas superficiales y no poder entrar a los asuntos profundos del Reino.
En la segunda parte de este artículo estaré hablando de algunas maneras en que podemos acercarnos al texto de una manera más adecuada. Te invito a que te subscribas a nuestra página.