1 Corintios 9.16 (RVR60)
“Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!”
Mientras tanto hoy en día
Estamos viviendo en un tiempo donde hemos cometido el error de llamarle Evangelio a todo lo que se predica desde una plataforma. Existen variedad de temáticas, muchas que se sostienen con la Biblia y otras que no encuentran ningún fundamento en la misma.
Creo que existe más mensajes sin fundamento o con un fundamento no cristo-céntrico ni basado en el Nuevo Pacto que del Evangelio de Cristo. Pareciera que de alguna manera no es suficiente hablar de Cristo y nos vemos en la obligación de “inventar” algunos temas.
Esto ha provocado que hoy en día se predique más de la necesidad de salvación que del Salvador, que se hable mas de caminar en santidad y que del que Santifica, que se mencione más las batallas del creyente que la Victoria en Cristo. Esto, ha producido congregaciones adictas a los mensajes humanistas e ignorantes a la predicación de Verdades Eternas.
La gente va al culto a escuchar una “buena predicación” en boca de un “efusivo predicador” pero salen sin ninguna transformación en el espíritu. La predicación se ha convertido en el “mercado del templo”, produce buenos clientes que vuelven semana tras semana, pero son incapaces de producir frutos en sí mismos.
“La predicación se ha convertido en el “mercado del templo”, produce buenos clientes que vuelven semana tras semana, pero son incapaces de producir frutos en sí mismos.”
Pastor Alex Strubbe
La pregunta es, si a lo que llamamos la predicación del evangelio es realmente el evangelio que predicaron los apóstoles o es una mezcla de ideas que resulta en un evangelio diferente. La realidad es que vamos a responder a esta pregunta desde nuestro trasfondo religioso y cultural y no necesariamente desde el trasfondo cultural del lugar donde el evangelio fue anunciado.
El Evangelio
Cabe señalar que la palabra Evangelio en el original es “EUAGGELION” y significa Buenas noticias. En otras palabras, el evangelio es la proclamación de Buenas Noticias. El problema es que lamentablemente muchas de las Buenas Noticias que se predican hoy en día no tienen que ver con las Buenas Noticias de Cristo.
Si el Evangelio es de Cristo, entonces Cristo debe ser el tema principal del mensaje de la Iglesia hoy en día y no un aditivo para hacer un llamado a “conversión”.
En Romanos 1.1-4 Pablo explica lo que es el Evangelio:
“Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, 2que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras, 3acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, 4que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos…”
“Cristo debe ser el tema principal del mensaje de la Iglesia hoy en día y no un aditivo para hacer un llamado a “conversión”.
Pastor Alex Strubbe
Lo primero que observamos es que el Evangelio tiene dueño, es de Dios. Por lo tanto, nadie puede adueñarse de algo que no nos pertenece(se nos dio para adminsitrarlo). Lo segundo, y muy importante es que este evangelio no era algo nuevo, sino que había sido prometido y hablado antes “por sus profetas en las santas escrituras” . Quiere decir que el Evangelio de Dios no fue algo que estableció Jesús sino algo que se cumplió en Cristo.
Los Profetas y el pueblo Judío
En los escritos de Isaías, Daniel, etc. ya se hablaba de Buenas Nuevas, pero estas se escribían en una realidad futura. Los judíos vivían anhelando el cumplimiento de los tiempos. Ellos vivían esperando el cumplimiento de las promesas de Dios. ¡A Dios gracias! Que nosotros los que hemos creído en Cristo, no vivimos esperando, sino que caminamos en el cumplimiento de lo que ellos anhelaban.
“Nosotros los que hemos creído en Cristo, no vivimos esperando, sino que caminamos en el cumplimiento de lo que ellos anhelaban”
El pueblo judío vivía a la expectativa de que en algún momento disfrutarían de las Buenas Noticias anunciadas por lo profetas. Pablo como judío y fariseo tenia bien claro en su mente estas promesas. Incluso se cree que Pablo pertenecía a un grupo dentro de los judíos que pensaban que en las manos de Israel estaba la Tarea de adelantar el tiempo de la venida del Mesías. Por eso el se oponía a todo aquello que pudiera retrasar las palabras proféticas.
La persecución a los cristianos se debía a que estos ex – judíos estaban desviándose de adorar al Único Dios Verdadero. Era el Celo lo que consumía a Saulo. Esta gente estaba abandonando al pueblo escogido por Dios (Israel) para irse detrás de un mesías falso. Pero un día camino a Damasco algo sucedió, nosotros sabemos la historia…
Una luz, una caída y una voz… ¿Saulo por qué me persigues? Esta pregunta venía a confrontar a Saulo. Un hombre que conocía las promesas de Israel, que creía en que a través de Israel las naciones llegarían a ser una, creía que Israel se iba a posicionar sobre las naciones y así traer la paz, creía que Israel sufriría para luego ser levantada, que Israel sería clave importante en la Inauguración de un nuevo tiempo y que sabía que el cumplimiento de la promesa a Abraham era a través de Israel, ahora estaba siendo confrontado con una pregunta.
¡TODAS las promesas ya se habían cumplido!
¿Por qué me persigues? Saulo no sabía con quién estaba hablando y por eso contesta con una pregunta ¿Quién eres? Saulo no tenía idea quien o que era aquello que le hablaba. Pero vino la respuesta: “Soy Jesus a quien tu persigues”… Tenemos que entrar en el pensamiento de Saulo para entender… Si aquel era Jesus, quiere decir que realmente Jesus había resucitado y si había resucitado quiere decir que aquel a quien el perseguía era el Mesias y si aquel era el Mesías el nuevo Reino ya había empezado y si ya el nuevo Reino había empezado ¡TODAS las promesas ya se habían cumplido!
Como dice Tom Wright, en ese momento Pablo se dio cuenta que “El único Dios verdadero había hecho con Jesús de Nazaret, en medio de la historia, lo que Pablo creía que Dios iba a hacer con Israel al final de la historia.” Creo que ante esa realidad podemos entender mejor el comentario de Jesus cuando dijo; “¿duro te es dar coces con el aguijón?” en otras palabras, ¿Cómo te va el reconocer que estabas persiguiendo justamente aquello que habías anhelado toda tu vida? El perdió la vista natural para poder ver en lo espiritual.
La buena noticia es que todo se cumplió en Cristo
Ahora Pablo ya no estaba esperando las Buenas Noticas(Evangelio) sino que esas Buenas Noticias se habían cumplido en Cristo. Por eso para Pablo TODO está resumido en Cristo, por que todas las promesas que el anhelo desde niño, se cumplieron no en una nación sino en un “hombre”, Cristo.
Esto nos aclara un poco cual fue el Evangelio que Pablo predicó, no era algo motivacional sino una noticia que envolvía el cumplimiento de las promesas de Dios. Entonces el Evangelio(Buenas Noticias) según Romanos 1:1-5, tratan de Jesús que era carne según el linaje de David(esto lo constituía Rey) y declarado Hijo(Mesías) con Poder por el Espíritu de Santidad y que este Hijo había resucitado de los muertos!
¡Poderoso! Para Pablo el Evangelio trata de como Cristo ahora es Rey y Señor de todo. Cristo ahora era declarado Mesías, por lo tanto, ¡había llegado el tiempo de anunciar Su reino! Sobretodo, en la mente de Pablo probablemente retumbaba la gran promesa a Abraham: “En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra…” Génesis 22.18a (RVR60) y explicándolo más adelante en Gálatas 3.16 (RVR60)
Ese es el Evangelio: Cristo es Rey y Señor de todo por medio de la crucifixión y la resurrección e inauguró el tiempo de cumplimiento de las promesas de Dios.
“Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.”
El sabía que, si Cristo había resucitado, el era la Simiente por la cual no solo los judíos serían bendecido sino también los gentiles. Ese es el Evangelio: Cristo es Rey y Señor de todo por medio de la crucifixión y la resurrección e inauguró el tiempo de cumplimiento de las promesas de Dios.
Dentro de esas promesas está nuestra elección, nuestro llamamiento, nuestra justificación y nuestra glorificación (Romanos 8.30) y sobretodo nuestra inclusión dentro del plan eterno de Dios por medio del señorío y gobierno de Cristo. Todo el Evangelio se resume en Cristo.
Hoy en día a través de la misma Revelación de Pablo, nosotros tenemos un mapa completo de todo lo que significa la Crucifixión, resurrección, exaltación, glorificación e impartición de Cristo. Esto Pablo le llamó luego el Propósito Eterno de Dios.
¡El Evangelio es la Buena Noticia de Cristo!
La pregunta sería: ¿Cuánto de este evangelio se está predicando?
O nos están enseñado otro tipo de tema.
Pastor Alex Strubbe
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