“13 Nadie jamás fue al cielo y regresó, pero el Hijo del Hombre bajó del cielo. 14 Y, así como Moisés levantó la serpiente de bronce en un poste en el desierto, así deberá ser levantado el Hijo del Hombre, 15 para que todo el que crea en él tenga vida eterna.” Jn 3.13–15 NTV
Durante el último domingo de la tradicional Semana Santa, se celebra que Jesucristo no está en la tumba, sino que él Vive, que el Reina. Lo gritamos, brincamos, lo celebramos, pero ¿lo entendemos? ¿Por qué era necesaria la resurrección de Cristo? Qué importancia tiene en mi vida que la tumba esté vacía.
CRISTO EN LA ETERNIDAD
Uno de los detalle que tal vez hemos perdido de vista, es que además de Cristo morir por nosotros, había una obra que Dios estaba haciendo en Cristo. Si dejamos a un lado por un momento la obra de Dios en nosotros podremos ver lo que Dios estaba haciendo en Cristo. Muchas veces se nos olvida, que era Dios mismo encarnado en el ser humano. Juan 1.1 habla de Cristo en la eternidad:
1 En el principio la Palabra ya existía.
La Palabra estaba con Dios,
y la Palabra era Dios.
2 El que es la Palabra existía en el principio con Dios.
3 Dios creó todas las cosas por medio de él,
y nada fue creado sin él.
4 La Palabra le dio vida a todo lo creado,
y su vida trajo luz a todos.
5 La luz brilla en la oscuridad,
y la oscuridad jamás podrá apagarla.
Ese Cristo en la eternidad, era la imagen misma de Su sustancia, era uno con el Padre, era Dios el Dios eterno en la persona de Cristo. Pero Juan 1.14 nos dice “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros” Aquel Cristo espiritual ahora iba a estar entre nosotros hecho carne. El creador de todas las cosas metido en la naturaleza de SU creación. Era el mecánico haciéndose motor, el doctor convirtiéndose en el paciente , Dios haciéndose hombre.
“Cristo en la eternidad, era la imagen misma de Su sustancia”
Por eso, Cristo no es creado por Dios, sino la manifestación de Dios mismo. Cristo es desde la ETERNIDAD, ALFA Y OMEGA, PRINCIPIO Y FIN, EL CREADOR Y ORQUESTADOR DE LA CREACIÓN MISMA. Dios en Cristo tomó nuestro lugar en la Cruz para que nosotros no tuviéramos que subir allí, fue allí donde a través de El mismo mi maldad, mi pecado.
A CRISTO SE LE DIO UN CUERPO PARA OFRECER
He 10.5 NTV dice: “cuando Cristo vino al mundo, le dijo a Dios: «Tú no quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado. Pero me has dado un cuerpo para ofrecer.” En otras palabras, Cristo, no tenía cuerpo un cuerpo humano en la eternidad. A él, el Padre le dio un cuerpo humano para que pudiera ser manifestado en la tierra.
Adán fue creado a IMAGEN y SEMEJANZA, pero Cristo era la IMAGEN misma del Dios invisible. Adán fue creado por Dios, pero Cristo era Dios mismo manifestado y revelado a los hombres. Esto es importante, porque lo que Adán dañó, solo un segundo Adán podría arreglarlo, pero esta vez Dios no formaría a un hombre nuevo sino que le daría un cuerpo al Eterno Cristo, Dios mismo, Emmanuel Dios con nosotros. El problema era, que la única forma de arreglar todo, era derramando sangre, entonces el cuerpo(Jesús) dado a Cristo era el ÚNICO sacrificio que iba a ser agradable a Dios.
“Adán fue creado por Dios, pero Cristo era Dios mismo manifestado y revelado a los hombres.”
En otras palabras, Dios le da un cuerpo a Cristo para que El pudiera a través de su muerte en la cruz y el derramamiento de Sangre perdonar nuestros pecados. El Dios perfecto cumpliendo las demandas dadas al hombre. Era el cuerpo de Jesús humano el que contenía al Cristo Eterno, don naturalezas fusionadas en una misma persona.
¿Por qué es esto importante? Porque a través de la muerte y resurrección, Cristo estaba abriendo un Nuevo Camino al Padre, estaba estableciendo una nueva relación con el Padre. Estaba estableciendo un Nuevo Pacto. Incluso estableció una nueva naturaleza disponible para aquellos que creen.
DIOS ESTABA RECONCILIANDO AL MUNDO EN CRISTO.
2 Co 5.19 19 Pues Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a nosotros este maravilloso mensaje de reconciliación.
La desobediencia de Adán sobregiró la cuenta en la eternidad, puso nuestros números en rojo, nos llevó a una deuda que era impagable para el ser humano. La única forma era que Dios viniera arreglar el asunto, que el propio acreedor viniera e hiciera el ajuste a la cuenta. No tan solo llevándola a cero, sino poniendo riquezas en ella. Por eso Dios estaba en Cristo, El estaba reconciliando, poniéndonos en relación correcta. La palabra reconciliándonos ,en el original significa “hacer diferente de lo que es” En Cristo, Dios estaba haciendo las cosas diferentes a las que eran.
“La única forma era que Dios viniera arreglar el asunto, que el propio acreedor viniera e hiciera el ajuste a la cuenta”
El Adán creado nos introdujo al pecado, pero el Cristo manifestado nos quitó el pecado. El Adán creado nos alejó de Dios, pero el Cristo crucificado y resucitado nos reconcilió con Dios. Adán creado, trajo la muerte, pero el Cristo resucitado nos vivificó. Dios estaba en Cristo colocándonos en relación correcta con el Padre, la cruz arregló lo que Adán dañó. Cristo, convirtió un lugar de tormento en un instrumento de reconciliación. El siempre es experto cambiando la perspectiva de las cosas.
LA RESURRECCIÓN FUE EL SELLO QUE DIOS UTILIZÓ PARA CERRAR LA OBRA CONSUMADA DE CRISTO
La obra de Cristo hubiese estado incompleta sin la resurrección. La resurrección abrió el camino para que el hombre pudiera tener la misma naturaleza que Cristo tenía y facultarnos a estar donde El está.
En 1 Co 15.20–22 RV60 dice: “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.”
“Con la resurrección, Dios estaba creando una nuevo tipo de raza, un nuevo tipo de personas que no era nacida de la carne sino que sería nacida del espíritu.”
La resurrección fue la culminación del proceso de lo que Dios estaba haciendo en Cristo, con la resurrección, Dios estaba creando una nuevo tipo de raza, un nuevo tipo de personas que no era nacida de la carne sino que sería nacida del espíritu. Una Nueva creación con la Esperanza de la resurrección de sus cuerpos.
Por eso, Cristo era primicias de los que durmieron. Nadie había podido derrotar la muerte, nadie había podido levantarse de los muertos y vivir eternamente. Lázaro resucitó, pero luego murió. Cristo es el primero de esta especie, es el primer hombre sentado a la diestra del Padre. La resurrección dio inicio a que por medio del Espíritu Santo, se levantará una nueva generación que cargaría la misma esencia del Cristo adentro.
De Esta nueva generación, Cristo iba a ser su cabeza, iba a estar conformada por aquellos que han creído en que El murió y resucitó. Aquellos que una vez estaban muertos en delitos y pecados, pero que juntamente con Cristo se les ha dado vida, son aquellos que han sido trasladado del reino de las tinieblas, al Reino del Hijo, se conocen como los justificados, santificados, redimidos, hijos de Dios, son aquellos que la puertas del infierno no prevalecerán, son más que victoriosos, linaje escogido y serían conocidos como la Iglesia.
PERO PARA QUE ESTO SUCEDIERA CRISTO TENÍA QUE SER LEVANTADO
Juan 3.14-15 Y, así como Moisés levantó la serpiente de bronce en un poste en el desierto, así deberá ser levantado el Hijo del Hombre, 15 para que todo el que crea en él tenga vida eterna. Cristo tenía que ser levantado como la serpiente en el desierto. En Nm 21.6–9 tenemos la historia de lo que sucedió.
En resumen, la queja del pueblo de Israel hizo que Dios enviara una plaga de serpientes venenosas. La plaga de serpientes mordía y mataban, Dios le da la orden a Moisés para que levante una serpiente de Bronce. Cada vez que alguien era mordido, miraba la serpiente de Bronce y sanaban.
Ahora, Cristo le estaba diciendo a Nicodemo , de la misma manera que fue levantada esa serpiente, es necesario que yo sea levantado. ¿De qué manera? Siendo levantado a la vista de todos. Y conteniendo la misma sustancia de lo que mataba. Cristo le estaba diciendo Nicodemo, de la misma manera tengo que ser levantado, lo único que va transicionar, es que ya no sería solo mirar sino que era necesario creer. En otras palabras, no es el que me mira mi sacrificio, sino el que cree en mi sacrificio.
JESÚS FUE LEVANTADO PARA ATRAERTE A EL
En una ocasión Cristo les dice a sus discípulos: Juan 12.32 – 33 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. 33Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir. Cristo no murió para que nosotros lo miremos, sino para que entendamos que la Cruz era la manera de atraernos a Él.
“Mientras el moría fuimos absorbidos en El, nos metió dentro de Él, solo por amor”
Mientras el moría fuimos absorbidos en El, nos metió dentro de Él, solo por amor. La palabra atraer significa arrastrar, atraer poderosamente, sacar un objeto pesado de algo con mucho esfuerzo. Mientras el Moría te sacaba del lodo cenagoso y ponía tus pies sobre tierra firme, mientras el moría te arrastraba hacia El, te metía en el por Amor. Allí en aquel lugar te limpiaba sin haber tu nacido, sanaba tu dolor, tus enfermedades y cargaba tu llanto, el te llevaba dentro.
Quiere decir que cuando Jesús hombre moría, tu también morías, y cuando era sepultado, tú también eras sepultado y cuando resucito, también resucitaste, y cuando fue sentado a la diestra del Padre, también tu fuiste allí sentado, por eso Efesios dice que estamos sentados con Cristo en lugares celestiales. La resurrección, aseguró nuestra entrada al Reino del Hijo, la naturaleza divina, la Identidad en Cristo, la adopción en Cristo, la Herencia en Cristo y muchas cosas más.
Disfrutemos lo que Dios hizo en Cristo por medio de la resurrección y comprendamos que esa realidad no fue un suceso aislado en el tiempo, sino que es algo que opera en la vida de la Iglesia hoy en día.
¡El mismo poder de la resurrección opera en nosotros! Ef 1.19–20 NTV
“También pido en oración que entiendan la increíble grandeza del poder de Dios para nosotros, los que creemos en él. Es el mismo gran poder que levantó a Cristo de los muertos y lo sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios, en los lugares celestiales.”
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AMENNNNNNNNNN