En la Primera parte de esta serie, estuvimos hablando de las primeras dos caras o dimensiones en las cuales somos participes del Plan Eterno de Dios. Ambas tienen que ver con una obra comenzada en la Eternidad, pero manifestada en este tiempo.
Estas primeras dos dimensiones tienen que ver con la obra de Dios en nosotros. La primera era Cristo viviendo en nosotros, en la cual aprendimos, que, al momento de creer en Cristo, el comienza a vivir Su vida a través de nosotros. La segunda dimensión, está ligada a la primera y es Cristo creciendo en nosotros.
“Una vez Cristo comienza a vivir en nosotros, lo siguiente que sucede es el crecimiento y desarrollo de la formación de Cristo”
En esta dimensión, exploramos un poco la realidad del propósito eterno de Dios que es que Cristo sea formado en nosotros. En otras palabras, una vez Cristo comienza a vivir en nosotros, lo siguiente que sucede es el crecimiento y desarrollo de la formación de Cristo. No que seamos formado sino Cristo formándose en nosotros.
Las próximas dos dimensiones son parte del resultado de las dimensiones discutidas. Te invito a que me acompañes a explorar y estudiar el resultado de la vida de Cristo en nosotros.
TERCERA DIMENSIÓN: CRISTO MANIFESTÁNDOSE A TRAVÉS DE NOSOTROS
A medida que Cristo es formado y somos transformados naturalmente, comenzaremos a MANIFESTAR aquello que se ha estado formando en nosotros. Para comprender un poco esto veamos lo que dice Hebreos 11.3 (RV60) “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.”
“Si dentro no pasa nada, lo externo es pura apariencia.”
Pastor Alex Strubbe
Hay una verdad espiritual que es importante que mantengamos siempre en nuestra mente y en nuestro entendimiento de la verdad presente. Esta realidad es, que lo visible es formado de lo invisible. En otras palabras, el resultado de lo que vemos surgió de una realidad que no vemos. Esto es importante, porque si en nuestro interior (lo que no vemos) Cristo se está formando, lo de afuera (visible) debe manifestar esa realidad interna(NO VISIBLE). Dicho de otra manera, es imposible que, si adentro no está pasando nada, lo de afuera pueda expresar alguna realidad. Si dentro no pasa nada, lo externo es pura apariencia. Lo externo debería ser una manifestación de lo se está formando internamente. Fíjate bien, que no digo demostrar, sino manifestar, el que intenta demostrar algo simplemente opera en un principio de esfuerzo propio, por el contrario, manifestar es permitir que su nueva naturaleza se exprese naturalmente.
Manifestar en el original es phanerōsis – y tiene varios significados: «manifestar», «mostrar», «brillar», «iluminar», p. ej. el brillo del sol, de una lámpara o del día y también como «aparecer», «ser manifiesto» Manifestar es dar a conocer algo, hacer visible “algo” que no se ve. En otras palabras, Cristo manifestándose a través de nosotros, es dar a conocer o hacer manifiesto a Cristo.
Cristo manifestaba al Padre(Nadie ha visto al Padre…Jn 6.46), en otras palabras, todo cuanto Cristo hacia era una manifestación de la naturaleza del Padre (Jn 5.17-45). De la misma manera y en la misma naturalidad debería estar sucediendo en los Hijos redimidos de Dios.
Cuando Cristo es formado en nosotros comenzaremos a reflejar Su Vida, Su pensamiento, Sus valores, etc. Nuestras respuestas serán un reflejo natural, no de nuestra propia vida sino de la Vida de Cristo en nosotros. (Fruto)
“No debo esforzarme en cambiar mis actitudes, sino permitir que la misma vida de Cristo nos renueve”
Partiendo de 1 Co 6.17 “Pero la persona que se une al Señor es un solo espíritu con él.” Podemos entender porque la manifestación de Cristo debe ser un proceso orgánico y no provocado. En otras palabras, no debo esforzarme en cambiar mis actitudes, sino permitir que la misma vida de Cristo nos renueve y como resultado podamos manifestar a Cristo. La transformación no es una decisión sino el resultado de ser un espíritu con Dios.
El deseo de Dios siempre ha sido darse a conocer (Heb 8.11), El desea continuar lo que estableció en el Hijo, ahora, a través de Su Cuerpo, la Ekklesia. Manifestar a Cristo es manifestar la naturaleza de Dios. La mayor manifestación de Cristo no son los dones sino el Amor.
1 Corintios 13: 1-3 (NTV) “1 Si yo pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo sólo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena. 2 Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada. 3 Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada.”
CUARTA DIMENSIÓN: CRISTO EXPANDIÉNDOSE A TRAVÉS DE TI:
La Cuarta dimensión tiene que ver con el rol o función nuestra dentro del Reino. Tiene que ver con nuestra misión una vez somos salvos. No fuimos salvos solo para congregarte sino para formar parte del Cuerpo de Cristo que camina en la Tierra.
Aunque reconocemos que el Plan Eterno está centrado en el Hijo, Dios ha permitido por medio de Su gracia que nosotros seamos injertados en el mismo. Esto nos hace partícipe no solo de su naturaleza, sino que nos hace partícipe de SU misión o asignación.
Pudiéramos hacernos varias preguntas: ¿Para qué Cristo Vive en Mi?, ¿Para que crece en mí?, ¿Para que se manifiesta a través de mí? ¿Será un asunto individual? ¿Buscará solo cambiar nuestras vidas y ser mejores personas?
La realidad es que todo Reino busca su expansión. Y el Reino de los Cielos no es la excepción. Por eso Cristo vino a manifestar, traer y expandir el Reino (Lc 17. 20-21). En Lc. 10.1-9 vemos como Cristo comparte su misión de expansión con sus Discípulos. “Y los envió…” ¿A que los envió? A hacer lo que el mismo Jesús hacía: sanar, libertar y predicar el Reino.
“La realidad es que todo Reino busca su expansión. Y el Reino de los Cielos no es la excepción”
La palabra “envió” en el original es “apostello” y significa «enviar (hacia afuera) para servir a Dios con la propia autoridad de Dios» Significa, además, enviar hacia un propósito u objetivo designado. La Ekklesia en su Misión fue enviada con la misma autoridad de Cristo a realizar lo mismo que hacía Cristo. La obra de Cristo no terminó en la cruz, allí se firmó un pacto. La obra de Cristo vive ahora a través de Su Cuerpo, la Ekklesia. Solo por 40 días después de la ascensión de Cristo hasta pentecostés, hubo ausencia del propósito designado. En Pentecostés Dios regresó en forma de lenguas de fuego y de un viento recio y reactivó la obra de Cristo, por medio del Espíritu Santo a través de personas comunes que más tarde se les llamó Iglesia.
Si has creido en Cristo y los has hecho Señor tienes que entender que estas en medio de una gran asignación: ¡continuar la expansión del Reino!
Por eso en 2da Corintios 5.20 Pablo dice que “Somos embajadores” que suplicamos que se reconcilien con Dios. La palabra suplicar en el original es deomai y tiene una connotación de la manera en que un mendigo tiene la necesidad de alimento. En otras palabras, Pablo pedía a la gente la reconciliación con Dios, de la misma manera en que un mendigo ruega por su comida. ¡Poderoso! ¡Cuán mendigos deberíamos ser en este tiempo!
La mejor muestra del deseo de Dios en expandir el Reino a través de su Iglesia está en 1 Pedro 2.9-10 (RV60):
“más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;”
Pedro dice, que somos un linaje escogido, real sacerdocio, nación santa y pueblo adquirido por Dios. Habla de atributos que ayudan a una misión: anunciar las virtudes(fama) de Aquel que los llamó de las tinieblas a la luz. La Ekklesia tiene el llamado a anunciar(expandir) la fama de aquel que lo llena todo, expandir las buenas nuevas de salvación. Somos llamados a encarnar lo que somos: “Cristo en nosotros esperanza de gloria”
TODOS estamos llamados a expandirnos. ¿Cómo? ¡Siendo Iglesia! La iglesia es el representante autorizado para hacer visible el Reino de Dios.
“Somos llamados a encarnar lo que somos: “Cristo en nosotros esperanza de gloria”
Este Reino, debe hacerse visible entre los hermanos en Cristo primero, y luego ser manifestado al mundo. Expandimos el Reino y a Cristo cuando damos a conocer el Plan Eterno de Dios, cuando explicamos el Misterio revelado, cuando compartimos como Cuerpo o en nuestros hogares. Expandimos el Reino cuando hacemos presencia en nuestras comunidades, cuando continuamos la obra de Cristo en la Tierra y cuando caminamos en el Ministerio (Acción/Servicio) y la Palabra (Buenas Nuevas/ Mendigar) de la reconciliación (2da Corintios 5.18-19).
En el libro de los Hechos vemos la expansión del Reino a través de la Ekklesia. Ellos se habían convertido en una “sociedad alterna” a la cual todos querían pertenecer. Te invito a que leas Hechos 2:42-47 y busques las características de aquella “sociedad alterna” de creyentes y Compáralas con lo que el “mundo” ofrece hoy.
CONLUSIÓN
Creo que, en este tiempo, Dios está levantando una generación con un conocimiento pleno de lo que es la vida de Cristo en nosotros. Creo, que Dios está reformando al cuerpo para que podamos cumplir la asignación de llevar las buenas nuevas, llevar el ministerio y la palabra de reconciliación y como resultado la expansión del Reino de una manera eficiente.
Comprendamos, que las dimensiones no son pasos para el éxito o para una mejor espiritualidad, sino que son el resultado de la Gracia de Dios en nosotros. Son el resultado de la vida de Cristo en nosotros, Él es el que pone el querer como el hacer (Fil. 2.13) por Su propia voluntad. Las dimensiones trabajan en conjunto una vez que la vida de Cristo es impartida a nosotros por medio de la fe.
Caminemos creyendo que Cristo vive en nosotros, crece en nosotros, se manifiesta a través de nosotros y se expande a través de nosotros. La única manera en que haya una verdadera transformación en nuestra sociedad es reconocer que somos la continuación del Ministerio de Cristo en la Tierra.
Preguntas o comentarios pueden hacerlo en el Blog o a través de contacto@alexstrubbe.com